Es conocida y asumida la peculiar relación existente entre las entidades financieras y los promotores; dos sectores, de un indudable potencial inversor y de generación de empleo en nuestra economía.
Advertimos, desde hace algunos meses, que esta relación no es tan fluida como hasta hace poco. Y resulta evidente que el deterioro en las citadas relaciones, probablemente, sea consecuencia de la avalancha de concurso de acreedores presentados. Es decir, desequilibrios financieros, falta de liquidez para hacer frente a las deudas a su vencimiento, para muchas empresas del sector.
No entramos en el análisis del origen de la situación financiera por la que atraviesan las empresas españolas y, en particular, las promotoras inmobiliarias: si es efecto de la limitación del crédito de las entidades financieras, de la crisis financiera y económica mundial o fruto de los excesos de la burbuja inmobiliaria, que parecía que lo resistía todo. Probablemente sea una mezcla de las citadas circunstancias y, en cualquier caso, una estrategia de gestión mal desarrollada y peor financiada.
En esta situación el sector inmobiliario está pagando los errores, excesos y abundancia de dinero fácil y barato, de otros tiempos, no tan lejanos. A la lista extensa de concursos de acreedores del sector se incluye, hoy, el de Habitat con una deuda sin poder atender de más de 2.300 millones de euros.
Pero creemos que de no producirse una inyección de recursos financieros espectacular, podría llamarse rescate inmobiliario, por parte de las entidades públicas, en 2009 se van a multiplicar, lamentablemente, las situaciones de insolvencia, transitoria, en el sector.
Podría ser que, en la situación actual del ejercicio económico, las entidades financieras no estén mostrando todavía la peor actitud en la tradicional y peculiar relación con el sector inmobiliario. Podrían haber decidido, las entidades financieras, llegar al cierre del ejercicio sin más sobresaltos en los resultados de 2008.
Y, para concluir, esta entrada me gustaría que reflexionemos lo siguiente:
El sector inmobiliario ha cometido errores y, ahora se enfrenta a ellos, al igual que otros sectores, evidentemente.
Pero, las entidades financieras, la gran banca en particular, también los ha cometido, y los ¿ha asumido, rectificará o esperará al siguiente rescate?
Imagen: flickr, fran_hi