sábado, 22 de noviembre de 2008

La información contable y la crisis financiera (III)

Podemos resumir, de las  dos entradas anteriores referidas a la relación entre información contable y crisis financiera, que la información contable debe orientarse a que usuarios externos e internos puedan tomar sus decisiones económicas en el ámbito más relevante, responsable, fiable y transparente. 
El fin de semana pasado, como es conocido por todos, se celebró la cumbre del G-20 centrada en la búsqueda de soluciones para afrontar y salir de la actual situación financiera y, entre otras medidas, relacionadas con esta entrada tomaron  las siguientes:
"Nos comprometemos a poner en marcha políticas coherentes con los siguientes principios comunes de reforma:
- reforzar la transparencia y la responsabilidad: vamos a reforzar la transparencia de los mercados financieros, lo que implica aumentar la información exigible sobre los productos financieros complejos y hacer que las compañías informen de manera exhaustiva y fiel sobre sus condiciones financieras. Deberían situarse los incentivos en una misma línea para evitar una excesiva asunción de riesgos.
- mejorar la regulación en profundidad: nos comprometemos a reforzar nuestros regímenes reguladores, una supervisión prudente y la gestión de riesgos, así como a garantizar que todos los mercados financieros, sus productos y los que actúan en los mercados están regulados o sometidos a supervisión de la manera más adecuada a sus circunstancias. Vamos a ejercer una supervisión estricta sobre las instituciones de clasificación crediticia, coherente con un código internacional de conducta consensuado y reforzado. Asimismo, vamos a hacer que los regímenes reguladores sean más eficaces a lo largo del ciclo económico, al mismo tiempo que se asegure que la regulación sea eficaz, que no coarte la innovación y que fomente un mayor intercambio de productos y servicios financieros. Nos comprometemos a realizar evaluaciones transparentes de nuestros sistemas nacionales de regulación...."

Y aprobaron (con la implicación de otras economías, participación de los organismos necesarios y aportación de los expertos necesarios)  la revisión  y unificación de las normas de contabilidad a nivel mundial, en especial en el caso de inversiones complejas en momentos de tensión.
Para ello, acordaron como acciones inmediatas  que hasta final de marzo de 2009, las siguientes (reiteramos que sólo nos ocupamos de aquellas medidas, soluciones y cuestiones referidas a la implicación de la contabilidad en la crisis financiera):

-Los organismos clave con responsabilidad global deberán trabajar con el fin de reforzar los métodos de valoración de garantías, teniendo, además, muy en cuenta la valoración de productos complejos de baja liquidez, especialmente durante épocas de tensión.
-Los organismos responsables del establecimiento de normas contables deberán avanzar significativamente en sus tareas para poder resolver las posibles debilidades contables y hallar pautas para el control de los elementos que figuren fuera de balance.

Reconozco que que me parecen estimulantes las reflexiones anteriores y me genera ilusión que se avance, aunque sea tan despacio, en el repetido recurso de la utilidad de la información contable. ¿Estamos en la buena dirección?
En cualquier caso, estaremos atentos al análisis de las citadas debilidades contables y la repercusión en la crisis financiera. 

domingo, 16 de noviembre de 2008

La información contable y la crisis financiera (II)

En la entrada de la semana pasada " La información contable y crisis financiera (I), quedamos emplazados para analizar la relación existente y la deseable entre la información contable y los problemas financieros de las empresas.  
En este sentido, recientemente, hemos expresado nuestra preocupación por el papel de relevancia y utilidad de la contabilidad en el marco de la gestión financiera de las empresas, en particular de las PYMEs (véase Gestión de la crisis en las PYMEs). 

Es conocido que, a mediados del mes pasado, la Comisión Europea aprobaba una modificación en la normativa de las entidades financiera para minimizar la pérdidas en determinados activos (cartera de negociación). Parece que entre las medidas tomadas por el G-20, en este fin de semana, podría suponer otra reforma contable; se dice que para prevenir estas situaciones de crisis.

Sin entrar en los detalles conceptuales (véase para ello, por ejemplo, una brillante reflexión del profesor Enrique López, en la revista digital Peatom, en fiscalización.es, de esta cuestión, por supuesto, interesantes pero probablemente inadecuados en el contexto de este blog, sí nos interesa expresar que la información contable no debe utilizarse como herramienta de maquillaje de valoración de determinados activos y, en definitiva, sobre la determinación del resultado. 
Sin embargo, venimos defendiendo desde hace tiempo que, la información contable ha de ser relevante, transparente, fiable, entre otras características, y sobre todo ha de utilizarse como herramienta de la gestión económica de las empresas. 

No obstante, hasta ahora en nuestro país, la contabilidad basada  en el PGC 90, o en el PGC 07, fundamentalmente en las PYMEs, no es utilizada como herramiente de gestión en el ámbito económico-financiero de la empresa. Entendemos que si no se utiliza será porque los gestores entienden que no les resulta útil. Aunque me parece evidente que los problemas financieros actuales de las PYMEs, con los consecuentes concursos de acreedores, EREs, cierres, podrían haberse mitigado, cuando menos, con una gestión profesional y con el asesoramiento necesario.

Entonces, en esta situación, las PYMEs tendrían problemas de financiación, de gestión y, además, la información contable sigue sin orientarse, a pesar de la reciente reforma, a esa tarea de gestión para la empresa.

Entendemos que sería interesante, para próximas entradas, la distinción entre las medidas de corto plazo o de supervivencia y aquéllas que supongan un salto cualitativo en la gestión de las empresas.